OLIGOTERAPIA
Como en todo ser vivo, el organismo humano está compuesto por una serie de elementos químicos, en mayor o menor cantidad. Los oligoelementos, también denominados elementos traza, están presentes en nuestro organismo en pequeñísimas cantidades, pero no por ello dejan de ser importantes biológicamente sino todo lo contrario, pues resultan ser esenciales por su efecto catalizador en las reacciones bioquímicas. Participan como facilitadores en los grandes ciclos de producción de energía, así como en las reacciones enzimáticas. Vemos, pues, que están relacionados casi prácticamente con todas las funciones vitales y su carencia provoca numerosas disfunciones y alteraciones de salud.
El estudio de la Oligoterapia tiene varios predecesores, aunque el verdadero artífice de esta terapia fue Jacques Ménétrier (1908-1986), quien la desarrolló basándose en los estudios realizados por Gabriel Bertrand (1867-1962). Los trabajos de Ménétrier fueron claves para poder establecer una utilización práctica y clínica de la Oligoterapia. Ménétrier catalogó a las personas en cuatro apartados. Estos apartados los denominó «diátesis o síndromes reaccionales», es decir, los clasificó según la predisposición orgánica a contraer unas determinadas enfermedades. Estos síndromes reaccionales se denominan: hiperreactivo, hiporreactivo, distónico y anérgico. Años más tarde se ha añadido un quinto síndrome: neuroendocrino.
Con esta terapia, no tan solo aconsejo tomar aquel oligoelemento que haga frente al síntoma que padece el paciente. Es necesario reconocer cuál es su diátesis para recomendar también el elemento traza que trabaje dicha diátesis, es decir, el «terreno y la receptividad» que ha predispuesto su patología.
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