El hierro es el mineral que se encuentra en mayor cantidad en la sangre, y cuando tenemos carencia de él, sufrimos cansancio, mareos, hipotensión, etc.
Lo primero que debemos hacer es averiguar el motivo de esta carencia:
-Consumo insuficiente de alimentos ricos en hierro.
-Falta de vitaminas coadyuvantes en la síntesis del hierro.
-Pérdidas de sangre: úlceras de estómago, sangrado intestinal, hemorroides sangrantes o, en el caso de la mujer,
menstruaciones muy abundantes, etc.
Hasta que sepamos a qué se debe la falta de hierro, podemos consumir alimentos que nos ayudarán a recuperarlo, bien porque el propio alimento es rico en hierro, bien porque contiene vitaminas que contribuyen a su absorción, como el ácido fólico o la vitamina C:
-Frutas: kiwi, arándanos, moras.
-Fruta desecada: higos y orejones.
-Verduras y hortalizas: espinacas, remolacha, col lombarda, rábanos, zanahorias, habas y pimiento rojo.
-Cereales: quinoa, mijo, amaranto y trigo sarraceno.
-Semillas oleaginosas: sésamo y pistachos.
-Leguminosas: guisantes y lentejas.
-Germinados: alfalfa.